La aplicación de 360voice le ha dado vida propia a mi Xbox 360. Ya veremos qué cosas dice de su usuario, de entrada me parece una idea sensacional y hasta simpática.
En sus tres primeros posteos mi consola hace referencia a los logros que obtuve con Prey, que adquirí hace unos días en rebaja, y me ha dado grandes satisfacciones en el poquísimo tiempo que he invertido en conocer su historia y jugabilidad. Me extraña que no tenga ya actividad en xbox live, quizás el multijugador no esté a la altura de Halo 3. La pregunta es: ¿existe algún juego que sea par de la obra de arte que lanzó Bungie en 2007? Suena por ahí Call of Duty 4, aunque desconozco si tenga una resonancia trascendente en América Latina.
Habiendo recibido In Rainbows en su versión discbox (gracias W. A. S. T. E. por se tan eficientes, por ser tan british) me dispuse inmediatamente a buscar nuevas influencias musicales, uno no puede parar simplemente porque ya salió el mejor disco del año -lo mismo dijimos todos cuando salió NEON BIBLE de Arcade Fire-.
Y para poner a prueba la paciencia budista, la tolerancia a la frustración y el enojo por las horas perdidas nada mejor que e-music. Definitiva y ROTUNDAMENTE es el espacio para elegidos, para aquellos que no dudan en gastar energía, horas y oídos en grupos totalmente desconocidos. Pero no todo es amargo en e-music. A veces descubre uno el nuevo disco de Her Space Holiday, Belle & Sebastian, P. J. Harvey, o se puede descubrir, al paso, una joya. Una verdadera joya ha resultado para mí el grupo Bodies of Water. Me quedo corto con mis descripciones, por lo tanto transcribo la reseña de e-music: A spiritually exuberant, theologically challenging and musically inventive meditation on Christianity from the inside-out. Although it lacked the marketing blitz that benefited another biblically inspired 2007 album by a husband-and-wife team (cough, Arcade Fire, cough), David and Meredith Metcalf's vastly superior debut album offers an even more spiritually exuberant, theologically challenging and musically inventive meditation on Christianity from the inside-out. Musically, the Metcalfs (along with drummer Jessie Conklin and bassist Kyle Gladdin) sound steeped in the vintage '60s orchestral pop of the Association, Fifth Dimension, the Mamas & the Papas and a healthy dollop of loud and extravagant musical theatrics pitched to the upper balcony. "We are screamers, we are singers," they proclaim in the final track, as though it might have somehow escaped our attention.
David Metcalf's beguiling imagery brims with the sort of wide-screen special effects ("He spoke and locusts came out of the sky/ Water gushed out from the rock," runs a typical lyric) you might expect of four Angelenos more than mildly acquainted with the entertainment-industrial complex. Twangy Morricone guitars and unlikely Bible-school miracles unspool in "Doves Circled the Sky." The Metcalfs borrow liturgical call and response in "I Heard It Sound" ("What'd it see?/ Desire split in thirds/ How'd it feel?/ The strain was immense") but come firmly down to earth in "It Is Familiar" ("When you bend over into the fridge/ And try to grab some Tupperware/ I'll surprise you and pour the half and half/ Onto your newly sunburned neck"). Nearly every track — although you might want to start with the ecstatic excess of "These Are the Eyes" or "Here Comes My Hand" — delivers a stirring epiphany of sound and spirit. And you don't need to accept the context to appreciate the power.
Review by Richard Gehr, eMusic
Canciones como "Here comes my hand" y "We are co-existors" cabrían perfectamente en una película al estilo Wes Anderson. Al parecer, la banda es una joya ya que ni en youtube se encuentra algo notablemente significativo y cargar su sitio oficial es una verdadera pesadilla.
La segunda rola que me ha manenido con los audífonos del iPod puestos a cada rato es Mystic, salida del nuevo experimento de PORTISHEAD. La que escucho es una versión en concierto que ha estado circulando, gracias a un buen amigo, por Facebook.
