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En mi clase de Teoría de la Historia, en la maestría en Historia de la Sociedad Contemporánea, impartida por un maravilloso narrador e historiador, pudimos -durante dos días- recorrer el sinuoso, contradictorio, antagónico, dramático y, en ocasiones, humorístico camino de la historia vinculada al pensamiento filosófico occidental. No es necesario señalar, o eso supongo, la fuerte influencia que ha tenido cada debate filosófico -desde Platón hasta Habermas, pasando por Sócrates, Hegel, Kant y sus, evidentes, etcéteras- en la visión histórica del mundo que actualmente tenemos, sufrimos y mantenemos.

*Escucha mientras lees:

Rebellions (Lies) - Arcade Fire
No cars go - Arcade Fire



Este es un video que todos debemos ver. Me hace pensar que esto podría ser un tema para una genealogía de los objetos y su impacto en la historia del hombre.

Este semestre ha sido reiterativo el concepto del reciclado de productos y materiales como solución a la mayoría de nuestras problemáticas sociales y ambientales. Personalmente estoy convencido que la mejor manera de no afectar nuestro entorno es producir objetos que perduren y que incluyan una segunda, o hasta una tercera, función o uso. También creo que el mejor producto, en una sociedad consumista, es el que no se ha hecho y ni se hará. Probablemente sueno como una persona apocalíptica o abrumada, pero puedo asegurar todo lo contrario: tengo una fe inmensa en el diseño del futuro, un diseño que solo generará productos convenientes y funcionalistas en extremo. Ahora, en tan solo 20 palabras, he pasado de un pensamiento apocalíptico a uno idealista e ingenuo. Que Dios bendiga la retórica. O mejor dicho: que la retórica bendiga a Dios.