s e m a t e k a

+

Y en el origen habrá palabras

13.12.08 by Andrés Jáquez

Lo único que tenemos - aunque no soportemos la idea y nos pongamos un poco necios intentando demostrar que hay más cosas, otras cosas (otras palabras) - es la escritura. Solamente tenemos, solamente somos, signos que se inscriben, se imprimen, en algo y que se leen de alguna u otra forma. La palabra escrita, nada más. No tenemos ni siquiera la voz, ni siquiera el alma, el espíritu, el fantasma. No hay Dios, no hay dioses, no hay pasado, no hay presente, no hay futuro...solo hay signos que nos dicen algo sobre todo eso...

Atrás, en bambalinas, del fondo que sirve de escenario en la gran representación teatral humana solo hay escritura.



Y la escritura sobrevive, se mantiene poderosa, gracias a la tipografía. Helvética, el documental, nos ha venido a recordar a los desmemoriados, a los ingratos, a los infieles, a los que creíamos que había otra cosa que no fuera solamente textos escritos que nos dicen cosas sobre nosotros, el papel protagónico que juega la tipografía en esta gran obra de teatro sobre la significación, los códigos y los supuestos mensajes, que vivimos diariamente.

La tipografía es parte de nosotros, una extensión de cada pensamiento y acción que iniciamos...y acabamos siempre en ella. Un nuevo movimiento se ha introducido en los videodiarios, una manifestación de diseñadores que utilizan a la tipografía como centro de expresión y expansión del binarismo significante/significado. La tipografía en movimiento viene a redimir a los signos como objetos estéticos, como fundamento, como origen. Somos eso: signos que se escriben y se leen. Balbuceamos antes de saber escribir y leer. Cuando escribimos y leemos somos capaces de elevarnos en la escala evolutiva, en el reino animal...somos dioses.

La única falla que puedo encontrar, hasta ahora, en esta nueva tipografía en movimiento es la necesidad de tener como referente escenas cinematográficas que se consideran clásicos, el refuerzo auditivo, ya sea por medio de la música o sonidos incidentales, para hacerlo atractivo, coherente, para engancharse. Considero que podremos medir el verdadero valor y peso de las familias tipográficas cuando las sentencias, las frases, los sentidos y las palabras sean pensadas solo para eso...para crear un texto en movimiento sin apoyos artificiales. Hasta entonces, hasta que podamos validar el efecto de esta tendencia locutiva y gráfica, observaremos la mezcla perfecta de audio y texto, de coreografía y justificación del espacio-tiempo, contenidos en un video (hay que tomar en cuenta que el formato puede ser tema de polémica y conducir a la decadencia de la propuesta, principalmente visual, por consideraciones de montaje y edición -elementos que pueden colapsar el sentido original de un texto, si es que hay tal originalidad-).