Hace unas pocas semanas asistí a la premiación del concurso llamadoVolvo for Life Design Awards. Iba como tutor y asesor de Edgar Modesto, un futuro diseñador con enorme potencial en distintas áreas del diseño de productos y manufactura, en la categoría de mobiliario. Lo que parecía ser un viaje de entrada por salida a la Ciudad de México se convirtió en un gran aprendizaje sobre el nivel y calidad del diseño que se hace en las distintas universidades de nuestro país. Vimos de todo. Tomamos nota de todo. Nos percatamos de que sí, efectivamente, estamos en el camino correcto y que nuestro plantel ha tomado decisiones acertadas que, si las logramos sujetar a una estructura educativa inteligente, pueden llevarnos a la consolidación de una corriente importante, necesaria ya, en el diseño mexicano. El premio obtenido será un incentivo más para seguir trabajando con esfuerzo y creatividad en proyecciones de alto impacto.